Principales tendencias y desafíos para el aprendizaje en línea
Las instituciones no universitarias liderarán el sector de la formación virtual durante los próximos meses, mientras que los procesos de Big Data arrojarán conocimiento contrastable al ámbito de las Ciencias de la Educación. En tanto, el m-learning se expandirá favoreciendo el avance de la educación transnacional, y los usuarios de educación virtual se inclinarán cada vez más por ofertas educativas no universitarias.
por Mónica G. Luque, directora de la iniciativa ACE del Consorcio Iberoamericano para Educación en Ciencia y Tecnología (ISTEC)
1. La investigación en el sector e-learning seguirá siendo liderada por instituciones no universitarias.
Lo primero que debemos mencionar es que la documentación en base a la cual enunciaremos nuestras previsiones no proviene de universidades o centros de investigación, sino de empresas involucradas con el e-learning.
Esta es una tendencia que se viene sosteniendo desde que las antiguamente llamadas NTICs irrumpieron en el escenario de la educación.
Aunque sea penoso aceptarlo, la academia permanece caminando muy lentamente detrás de las innovaciones que la industria de los cursos online nos ofrece.
Por tanto, es muy probable que en el próximo año todo continúe del mismo modo, ya que las instituciones educativas continuarán enfocadas en la captación de un público (cada vez más extenso). Y no tanto en el estudio y la investigación sobre este ámbito de la formación humana.
2. Los procesos de Big Data arrojarán conocimiento contrastable al ámbito de las Ciencias de la Educación
En la misma línea de lo mencionado en el punto anterior, es de esperar el impacto que tendrán sobre la teoría acumulada en torno a las Ciencias de la Educación, los resultados que provienen de las herramientas que operan bajo el procesamiento Big Data.
Esta reciente disciplina, más desarrollada en el ámbito de los negocios y el marketing, nos entregará información acerca de cómo opera el aprendizaje, la cual podrá contrastarse, por primera vez, con datos concretos y obtenidos de la propia realidad.
Esta clase de análisis, si bien viene desarrollándose en forma creciente especialmente en la Universidad de Stanford, es muy probable que en unos meses más nos revele claramente:
- cómo se aprende en el medio virtual,
- qué estrategias se emplean para navegar los contenidos,
- cómo los estudiantes emplean sus recursos metacognitivos,
- qué hacen los alumnos respecto del uso del tiempo y ante las instancias de evaluación,
- etcétera
Por tanto, podemos pensar que el próximo año será muy importante para comprender y develar los recursos y usos que los estudiantes desenvuelven en el ambiente del aprendizaje virtual.
Todo lo cual podrá ser profundizado a los efectos de mejorar las condiciones y oportunidades de aprendizaje, ofreciendo así la evidencia que estamos esperando desde que la educación a distancia virtual se instaló en el contexto educativo y de formación humana en general.
3. El m-learning se expandirá y consolidará favoreciendo el avance de la educación transnacional.
Es muy probable que en 2015 el aprendizaje móvil u ubicuo llegue a su expansión mejor lograda. Y ello en razón de dos factores principales:
- por un lado, la evolución tecnológica
- y, por otro, la ductilidad de los nuevos usuarios, para quienes Howard Gardner ya viene identificando cambios significativos en el modo de integrar los procesos intelectuales en razón del uso de las apps.
Este avance será significativamente importante para quienes ofertan cursos online, ya que tendrán primacía aquellas propuestas abiertas, trasnacionales, con o sin certificación válida a nivel universitario.
Estas elecciones de los usuarios obedecen a que cada vez más se busca y se escoge lo que se necesita en términos de información y conocimiento, por encima de acreditaciones y credenciales que tradicionalmente sí tuvieron mayor envergadura y pregnancia.
4. Los usuarios de la educación virtual se mostrarán cada vez más proclives a escoger las ofertas educativas no universitarias
Es muy probable que comience a crecer entre los usuarios la elección de formación continua y cursos cortos y concentrados en el logro de conocimientos y habilidades para alcanzar la efectividad y el desarrollo personal tanto como el liderazgo y la gestión de sí mismo.
Sin duda esta clase de elecciones no hace sino confirmar el modo como las universidades irán perdiendo -paulatinamente, como ya lo vienen haciendo- el liderazgo académico en términos de conocimiento válido para la sociedad en red (global).