El rol determinante de las científicas en pandemia

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Este año celebramos el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia en el marco de un contexto impensado hasta hace un tiempo atrás. Frente a la emergencia sanitaria mundial provocada por el Covid-19, el rol de las científicas y científicos se potenció ante la sociedad. En ellas y ellos hoy depositamos las esperanzas de la humanidad.

A pocos días de cumplirse un año de la declaración oficial de la pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde ISTEC felicitamos a todas las científicas que día a día comprometen su esfuerzo, compromiso y conocimientos para buscar un mundo mejor. En particular, a las miles de mujeres que lideran o participan activamente en el desarrollo de vacunas.

Las circunstancias que hemos vivido en estos últimos meses nos invitan a pensar en el marco de esta conmemoración, en todas aquellas mujeres comprometidas con la ciencia, que jugaron y juegan un rol determinante en la lucha contra el coronavirus. También a reflexionar lo que estaríamos logrando si se incrementaran las vocaciones científicas.

Como destaca María Noel Vaeza, Directora Regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, en el prólogo del informe “Las mujeres en Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM) en América Latina y El Caribe”, más allá de esta situación particular que el mundo está atravesando, las habilidades en los campos de la Ciencia, la Tecnología, la Ingeniería y las Matemáticas (STEM) se han revelado como fundamentales en la construcción social.

“Las disciplinas STEM resultan claves para afrontar algunos de los principales desafíos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, desde la mejora de la salud, y la lucha contra el cambio climático, hasta la igualdad de género a todos los niveles. Su estudio puede proporcionar los conocimientos y habilidades necesarias para crear sociedades inclusivas y sostenibles”, destaca Vaeza  en el reporte realizado por ONU Mujeres y la UNESCO.

Además, el estudio asegura que la ciencia y la tecnología son vitales para las economías nacionales, por lo cual, las habilidades STEM fueron identificadas como necesarias para que un país siga siendo y sea económicamente competitivo.

“A pesar de su relevancia, las mujeres han estado persistentemente sub-representadas en varios campos STEM”, advierte la Directora Regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, señalando que en julio de 2019 la tasa mundial promedio de mujeres investigadoras era de solo 29,3% (Instituto de Estadística de la UNESCO), y la brecha se amplía cuanto mayor es el nivel alcanzado en el escalafón. “De hecho, solo 3% de los Premios Nobel en ciencias han sido otorgados a mujeres”, revela.

No obstante, en América Latina y el Caribe, los números son un poco más alentadores que la media global: 45% del total de quienes investigan se estima son mujeres.

Sin embargo, la brecha en el ámbito de la educación superior aún sigue siendo importante: 35% de los estudiantes de carreras y programas del campo de las STEM son mujeres. Por ese motivo enfatizamos en la necesidad de generar más vocaciones científicas femeninas.

“Dar a las mujeres igualdad de oportunidades para desarrollar y prosperar en carreras STEM ayuda a reducir la brecha salarial de género, mejora la seguridad económica de las mujeres, garantiza una fuerza de trabajo diversa y talentosa, y evita los sesgos en estos campos y en los productos y servicios elaborados”, subraya María Noel Vaeza.

Científicas versus Covid-19

Veamos algunos casos de mujeres científicas que se destacaron, asumiendo y resolviendo desafíos planteados la pandemia, a partir de dos recopilaciones efectuadas por Hipertextual y Amnistía Internacional:

  • Sarah Gilbert: especializada en el desarrollo de vacunas contra la influenza y patógenos virales emergentes, fue determinante en la creación de la vacuna de Oxford-AstraZeneca. Antes se había destacado por participar en el desarrollo de la vacuna universal contra la gripe, entre otros proyectos.
  • Nita Patel: científica hindú que estudió microbiología aplicada en la India y más tarde biotecnología en los Estados Unidos, es la directora del equipo científico de Novavax, otra de las empresas que se encuentran desarrollando vacunas contra el Covid-19.
  • Katalin Karikó: vicepresidenta senior de BioNTech RNA Pharmaceuticals, desarrolladora de la vacuna de Pfizer que ya está inmunizado a millones de personas en todo el mundo.
  • Lisa A. Jackson: dirigió la fase 3 de ensayos clínicos de la vacuna de Moderna.
  • Elena Smolyarchuk: investigadora principal de la vacuna Sputnik V.
  • Shi Zhengli: directora del Centro de Enfermedades Infecciosas Emergentes del Instituto de Virología de Wuhan (WIV), fue co-autora de uno de los primeros estudios sobre el coronavirus, publicado en Nature en febrero de 2020 y titulado ‘A pneumonia outbreak associated with a new coronavirus of probable bat origin’.
  • Kizzmekia S. Corbett: inmunóloga viral estadounidense en el Centro de Investigación de Vacunas (VRC) del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos, sugirió que el ARN mensajero (ARNm) que codifica la proteína S podría usarse para estimular la respuesta inmune para producir anticuerpos protectores contra el COVID-19. Para fabricar y probar la vacuna COVID-19, el equipo de Corbett se asoció con Moderna.
  • Isabel Sola, microbióloga y viróloga española, lleva 25 años estudiando a la familia de los coronavirus. En el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC codirige con Luis Enjuanes un equipo que desarrolla una vacuna para combatir la pandemia.

Ellas son solo algunas de las miles de científicas que hoy están trabajando para darle soluciones a la humanidad.

En el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia -que instauró la ONU en 2015- se pretende alcanzar la igualdad de género, con acceso y participación equitativa en esta materia.

Como señalan desde Amnistía Internacional: que las niñas conozcan el papel fundamental de la mujer en la ciencia es vital, para que cuenten con referentes en estas áreas, que las ayuden a impulsar sus competencias y vocaciones, a no encontrar ningún límite al preguntarse hasta dónde pueden llegar.